Podemos
creer que somos nuestra salvación. Vos la
mía, yo la tuya. Podemos jugar a que somos lo que buscábamos, lo que
esperábamos. Mentirnos unos días, sentirnos eternos y plenos. Olvidarnos del
50% de los pensamientos, de todos esos que son opuestos a esto que creemos que
somos, que podemos ser.
Y para
qué, por qué. De qué sirve.
Creer
que podemos avanzar. Y yo, acarrucarme y llorar en vos. Saltar, sentirme alto,
enorme. Grande. Sentirme lleno.egoismo.
Y decir
que te abrazo y tengo paz, acá me quedo.
Y decir
que te abrazo y no siento nada, ya me voy.
Y
mentira, miento. Vivir intensamente. Todos los días, para qué, por qué. Creer
que hoy es todo, y sí, hoy es todo, y mañana, mañana vacío. Lo que cuesta
construir. El impulso que muere en un par de horas.
Y otra
vez, sin saber para dónde, ni cómo, esperar, los ojos bien abiertos, a medio
cerrar, tengo ganas de. Tantas y tan pocas cosas.
No
saber dónde encontrarme. No saber cómo encontrarme.
Y
pienso que tenés que estar vos (o vos… o vos)
pero ni yo estoy.
Somos distintos. Y yo pienso que podemos ser. Votar, cantar,
escuchar. Elegir, caminar, correr.
De qué me sirve depositar toda mi nada en la expecativa de
tus besos. De qué me sirve anular este vacío con tu nombre. De qué me sirve no
poder ser de una puta buena vez.
Bailás diferente, escuchás diferente. Si tu alma quiere paz,
escuchás algo que a mi no me produce ni ardor. Y viceversa.
Y tal vez, hay que construir, y mi cuerpo se tranquiliza
cuando el tuyo está en paz. Pero, de qué sirve, estás dispuesta, estoy
dispuesto, a abrirnos, a ser diferentes, a querer admitir esos lados que hoy
creemos que no tenemos.¿ y si los tenemos?
¿y si no los tenemos? Sí, seguro
no lo tenemos, y digo esto para quedarme con la estúpida sensación de progreso
juntos, adaptándonos, construyéndonos. Eso, construir. Tal vez haya que
construir. O tal vez no haya que construir nada. Y cuando se de, se dará. Se dará
naturalmente, explota el segundo, y vos, y yo, sin nada más por lo que esperar. Sin
tener que construir. Sin tener que pensar todas estas enfermas palabras. Ganas de
llorar. A dónde, cómo. No sé. Por qué. Y vos. ¿entendés?
(y sigue, infinito)
(y a veces, sólo hace falta llorar.)
(y a veces, sólo hace falta llorar.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario