16.10.12


Podemos creer que somos nuestra salvación. Vos la  mía, yo la tuya. Podemos jugar a que somos lo que buscábamos, lo que esperábamos. Mentirnos unos días, sentirnos eternos y plenos. Olvidarnos del 50% de los pensamientos, de todos esos que son opuestos a esto que creemos que somos, que podemos ser.
Y para qué, por qué. De qué sirve.
Creer que podemos avanzar. Y yo, acarrucarme y llorar en vos. Saltar, sentirme alto, enorme. Grande. Sentirme lleno.egoismo.
Y decir que te abrazo y tengo paz, acá me quedo.
Y decir que te abrazo y no siento nada, ya me voy.
Y mentira, miento. Vivir intensamente. Todos los días, para qué, por qué. Creer que hoy es todo, y sí, hoy es todo, y mañana, mañana vacío. Lo que cuesta construir. El impulso que muere en un par de horas.
Y otra vez, sin saber para dónde, ni cómo, esperar, los ojos bien abiertos, a medio cerrar, tengo ganas de. Tantas y tan pocas cosas.

No saber dónde encontrarme. No saber cómo encontrarme.

Y pienso que tenés que estar vos (o vos… o vos)  pero ni yo estoy.


Somos distintos. Y yo pienso que podemos ser. Votar, cantar, escuchar. Elegir, caminar, correr.

De qué me sirve depositar toda mi nada en la expecativa de tus besos. De qué me sirve anular este vacío con tu nombre. De qué me sirve no poder ser de una puta buena vez.

Bailás diferente, escuchás diferente. Si tu alma quiere paz, escuchás algo que a mi no me produce ni ardor.  Y viceversa.
Y tal vez, hay que construir, y mi cuerpo se tranquiliza cuando el tuyo está en paz. Pero, de qué sirve, estás dispuesta, estoy dispuesto, a abrirnos, a ser diferentes, a querer admitir esos lados que hoy creemos que no tenemos.¿ y si los tenemos?  ¿y si no los tenemos?  Sí, seguro no lo tenemos, y digo esto para quedarme con la estúpida sensación de progreso juntos, adaptándonos, construyéndonos. Eso, construir. Tal vez haya que construir. O tal vez no haya que construir nada. Y cuando se de, se dará. Se dará naturalmente, explota el segundo, y vos, y yo, sin nada más por lo que esperar. Sin tener que construir. Sin tener que pensar todas estas enfermas palabras. Ganas de llorar. A dónde, cómo. No sé. Por qué. Y vos. ¿entendés?




(y sigue, infinito)
(y a veces, sólo hace falta llorar.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario