6.6.18

tenemos miedo de estar acompañados.
somos este miedo abrazados en nuestra inseguridad, en le desgano, en el desprecio por nosotros mismos, dejame en mi autodestrucción solo, no vengas, no te acerques.
si una persona nos quiere así de rotos, por qué tendemos al rechazo, a alejarla, a escupirle cada palabra y llenarla de peros. vamos a hacerle la vida imposible, el autoboicot ahora es un mundo de a dos hasta que deje de ser solo mio. ponele que lo hacemos por culpa.

un mundo de dos.
un ratito, porque ese mundo nunca será de a dos. porque no quiero que tu mundo sea como el mío, te merecés algo mejor, no esta degradación de sentidos, la falta de tacto y de ganas.

como el estallido es inminente, todo el tiempo
a quien se anime a acompañarme,
voy a alejar
para que no sea alcanzada por estas esquirlas.

ese terror de que no queremos ser acompañados,
algo de altruismo
algo de egoísmo
algo de empatía.

 ///

el estallido es inminente.

el estallido ya se produjo.

el estallido es todos los días, antes de dormir, antes de despertar
esperando un colectivo, queriendo tener la inteligencia necesaria para inventar una capa invisible.

tenemos terror a dejarnos acompañar.
si no puedo con mi vida, cómo puedo hacerme cargo de vos.


///

entonces, cómo hago para hacerme cargo de lo que te pasa a vos conmigo.

pero yo no quiero que te hagas cargo de nada, es mambo mío.

igual, me lo cargás todo el tiempo. y a mí me da miedo, me da miedo y genera culpa que te pasen cosas conmigo.

pero si sos tan egoísta para pensar eso, pensá que yo también quiero ser egoísta para sentir esto de que me pasen cosas con vos.

pero siento angustia porque estás esperando algo que yo no te puedo dar.

yo no espero nada de vos. bah, sí. espero lo mismo que espero de mí. poder, aguantar, avanzar.

pero no puedo ni con mi vida, cómo voy a poder con esto que nos pasa.

porque yo tampoco puedo con mi vida y quiero creer que voy a poder con esto que nos pasa.

pero es mentira eso.

obvio que lo es. pero en el intento, sonrío.

mentira, en el intento te enojás.

no me enojo, es impotencia.

es lo mismo, te enojás conmigo.

no me enojo con vos, me enojo con los dos.

es una estupidez lo que decís.

lo sé.

¿y entonces?

me enojo porque sé que en algo, un poco, podemos.

¿qué podemos?

salvarnos… no, salvarnos no, eso no existe, ya estamos condenados hace tiempo, pero acompañarnos, hacer más leve esta pena.

sos un pelotudo.

sí, pero más pelotudo soy si no estás conmigo.

no digas eso.

perdón, es que si vos sos egoísta, yo quiero serlo un rato.

no soy egoísta.

sí, lo sos.

¿por qué?

porque me estás alejando.

pero vos mismo decís que te querés ir.

sí, me quiero ir pero me quiero quedar.

ves que sos un pelotudo, no estoy para esto.

yo tampoco, por eso me quiero quedar.

no, si ya dijiste que te querías ir.

sí, pero ya me explicaste que te pasaba.

¿y?

que me quiero quedar, si me dejás, para acompañarte.

yo no necesito a nadie que me acompañe y tampoco puedo acompañar a nadie.

acompañar… es una forma de decir.

¿y qué querés decir entonces?

no sé. acompañar, mirar juntos lo que nos hace doler, combatir los miedos.

no digas pelotudeces.

es que no me queda otra que decir pelotudeces. dejame sentir pelotudeces. quiero creer que podemos construir algo que en realidad sabemos que no vamos a construir.

¿y entonces para qué querés construir algo si sabés que no lo vamos a construir?

porque lo que importa es que estemos juntos intentando construir algo. no sé qué hay después, no sé cuánto puede durar, no sé si vos te caés arriba o se me caigo con vos. pero quiero intentarlo, nos merecemos eso. y como nos merecemos esto, puede pasar que terminemos construyendo algo indestructible.

no nos merecemos nada.

decíselo a tus ojos cuando se miran con los míos. decime si esas miradas no son reales. si esos abrazos no son reales.

pero no puedo con esto. no puedo con nada.

y yo tampoco puedo, no puedo con nada. y entiendo la sofocación, y entiendo el no poder respirar, y entiendo la distancia y entiendo el desaparecer. pero entendé que te extraño y que puedo decírtelo sin que eso signifique que tenés que venir corriendo a mí. obvio, sí, significa eso, porque amaría que pase eso, si no, no lo diría. pero no pasa por ahí, porque no venís corriendo y no me muero desangrado. pasa por el hecho de demostrarte que necesito eso que me das y que no sabés que podés dar.

¿qué te doy?

sonrisa. música. abrazos.

no digas boludeces.

no lo son. es lo más real que me pasó en el último tiempo y no tengo ganas de perderlo porque no nos animamos a poder.

no es que no me animo, no puedo conmigo, no me sale, estoy cansada.

ya lo sé, por eso no quiero sofocarte, por eso me alejo cuando te alejás, hasta que estallan mis ganas de vos y querer volver a tener una sonrisa genuina en el alma. ¿a vos no te pasa lo mismo?

no sé. sí.

¿y entonces?

entonces nada, no puedo. no me sale. no tengo ganas

hagamos una cosa. dejame ir a molestarte un rato, un abrazo, te dejo que me putees. después me voy. no tengo ganas de ir a ningún lado, nunca, pero a vos si quiero ir. porque siento que esto es real, un momento, un tiempo, no sé cuánto, esto es eternidad.

...

perdón, no te presiono más, vos avísame, yo voy a estar acá esperando de alguna forma eso de que me dejes acompañarte. porque, si me dejás acompañarte, vos también me acompañás. y es una forma de hacernos bien.

es una estupidez eso. no te puedo salvar, no me podés salvar.

yo no te quiero salvar, eso va a salir de vos. no quiero que me salves, eso va a salir de mí. pero quiero que estemos acompañándonos mientras nos salvamos. o quiero que estemos acompañándonos mientras decidimos no salvarnos.


///

la inmortalidad que me dan tus besos, despertarme y mirar tu espalda.
cogernos y ser invencibles.

no entiendo la gente que anda perdiendo tiempo en abrazos desgastados, oliendo a putrefacción, cuando el abrazo verdadero, el beso verdadero es ese que te genera mil preguntas, y te hace sonreír. estamos brillando en medio de este abrazo.

///

somos el miedo que le tenemos a dejarnos acompañar.

lo que nos cuesta dejarnos acompañar, creyendo que todo tiene que ser en soledad.

esa soledad que se rompe, esa soledad que se quiebra cuando de la nada, en el medio del frío
una mano agarra la tuya en la calle, e intentan sincronizar los pasos por un ratito, aunque sean distintas piernas, distintas alturas. agarrarse de la mano, sostenerse, acompañarse.

hacer milagros en un abrazo.

para combatir fantasmas,
para combatir esta devastación que nos produce estar con los ojos abiertos.

combatir, codo a codo, espalda con espalda, a kilómetros de distancia.

combatir y saber que hay un abrazo esperándote, para darte energía para otra batalla.


un abrazo sin mensajes oculto en las palabras y que sin vueltas metafóricas nos hace sonreír.