28.8.18



hace mucho que no quería frenar un reloj y parar el mundo. utilizar esa típica frase de paren el mundo que me quiero bajar. pero no me quería bajar, quería que todo eso sea el mundo. que vos seas el mundo.


hace mucho que no quería quedarme con un fragmento de horas sin que me importe nada más, sin que la vida más acá y más allá tenga importancia. que el fragmento sea el mundo.


hace mucho que no había un mundo en plural.


**


intentar decir sin quedar desprotegido, sin estar entregado, sin poner el alma, el cuerpo y mis manos en todo esto.

intentar decir sin quedar en offside, sin que nadie me diga “pará ,emoción, bajá un poco las revoluciones”.


**


como el colectivo que dobla con esas las luces altas que nos dejan ciegos y ese ruido que nos aturde pero estamos abrazos y nos sentimos seguros.


**


todo el tema del abrazo infinito. todas nuestras vidas que no van a alcanzar para explicar nuestros abrazos. andá a decirle a la gente que conoce tu vos de megáfono y tu vos de cortes de calle que das los abrazos más lindos.


**


se te nota el temor, se te nota el miedo y la desconfianza.


se nos notan todas estas heridas que no dejan de salar aunque las intentemos ocultar. los golpes del mundo cada vez que levantamos la cabeza y las autolesiones que nos damos cada vez que queremos creemos que ya podemos caminar.


hay emociones tristes que todavía nos inundan el cuerpo.


somos lágrimas a punto de estallar. todo el tiempo. en la espalda de un desconocido mientras intentamos respirar en el subte, en la elección chocolate que nos compramos para darnos un gusto, en una fila que no avanza y en la que sólo podemos distraernos pensando si todos están tan tristes como nosotros.


somos estas lágrimas a punto de rebalsarnos, el inminente desborde, la vecina que se atormenta.


somos esta mirada triste con la que nos miramos.


nos estamos mirando.


y en este momento en el que nos miramos, esa tristeza que mira con vergüenza y llena de miedo, empieza a brillar. te brillan los ojos de una forma que no puedo explicar. me gustaría aprender a dibujar, como te dije, para poder dibujar tus ojos mirándome. esa mirada, llena de tristeza, empieza a tener luz, desde ese brillo que emociona, desde ese brillo que no nos deja ir y nos pide que sigamos mirándonos en este momento de vida.


**


hay emociones tristes, hay lágrimas tristes.


pero también están estas lágrimas que aparecen en mi mejilla cuando tus labios juegan con los míos. son similares a esas lágrimas que aparecen en tu mejilla cuando te digo que me voy a quedar acá con vos.


**


cuánto extrañábamos la paz, cuánto la añorábamos, cómo es posible que podamos lograr esta paz cuando toda este vehemencia nos arranca los días.


**

cuando se termine este invierno, vamos a extrañar la primera muralla de ropa que nos separó, que nos abrazó y la que se llenó de nuestro olor. ese olor que cuando nos despedimos puse en mi almohada para quedarme una eternidad más con vos.


**


hace mucho que no podía romantizar nada.


**


romantizar para hablar de esta magia


**


romantizar para hablar de magia porque no puedo describir de otra forma tu mirada.


**


querer hablar de vos todo el tiempo.

**


romantizar para decir que quier estar con vos todo el tiempo. con el terror al calendario y a la rutina y a las costumbres y al desgaste y a todo eso que ya conocemos pero que no nos importa atravesar de nuevo porque sabemos que va a haber un día en el que volvamos a leer esto y vamos a poder exclamar “¡vida, no pudiste con nuestros abrazos!”.


**


necesito decir la catástrofe que me provocó tu mirada,
tus sonrisas de Pueyrredón,
estoy hecho un tonto
espero no asustarnos.