9.8.11

que a veces las cosas son "asi" (chasquido)

Prometo que voy a encontrar una forma para no eyacular tan rápido. Vos me decís que no, pero se te nota en la cara, especialmente en el cuerpo. Se nos nota en el cuerpo que es mentira lo de pasar toda la vida practicando, mejorando, buscando esa perfección sexual que se aleja tras un horizonte. Boludés. Realidad. Qué ñoños podemos llegar a ser. Pero qué más dá. Ponéle tílde dónde nó háy. Qué lindo eso de no alcanzar nunca el más allá, y así prometermos nunca cansarnos. Vamos a desconocernos eternamente, vamos a creer que cuando sale el sol nuestro aliento es el sahumerio más agradable del mundo. Del mundo entero. O no. O no. O no. Por qué siempre mentirnos, por qué siempre engañarnos, ocultarnos, si vos tenés tus miserias, y yo las mías. Miserias oportunas en inesperadas reacciones coloreadas dentro de esta vorágine cartesiana. Palabras con uniones inventadas, no suenan a nada. O sí.

Basta ya!.

Vamos a decir que podemos Vamos a decir que el sexo es el mejor remedio ante las eternas dudas de la existencia de esta mortalidad. ¿Vos creés en la finitud de las almas? Yo no. Yo sí. Vos no. Vos sí. Qué importa eso. Pelotudos. Qué ñoños podemos llegar a ser. DALE! Vamos a decir que podemos. Que nos aguantamos de lunes a lunes, de martes a martes, y de doce a una. Del mediodía de la tarde. De la luna de vos y de mí. Sí, vamos a decir que. Tantas cosas decir.
O mejor callar, mejor callar, porque yo puedo estar hablándote cuatro horas seguidas, sin repetir y sin soplar, pero vos te vas a seguir cansando de que yo eyaculo rápido.


No sé si lo entendés. Yo no me puedo contener. Te la puedo seguir rimando, pero no soy un rapero, ni uso viscera ni gorra. Los pantalones me quedan anchos cuando adelgazo, a veces eso es nunca. A veces eso es siempre. Bueno, te decía y la intención es volver a decirtelo, a mi no me duele que vos te canses de todo esto. A mi no me duele que no podamos avanzar media carilla del kamasutra, no sé por qué. O sí. O sí. O sí, y no es un gemido lo que estoy diciendo. Porque vos sabés muy bien que yo me callo la mayoría del tiempo, a veces, ahí, también. Ya no sé como seguir esto.

Perdí el hilo, perdí la concentración porque ya eyaculé, no me pude contener. Otra vez te la hago rimar. Pelotudo yo. Vos no. Claro. Perdí el hilo, y me desconcentré más que nunca, porque a veces hay que dormir, los ojos lo piden. Las ojeras también. Ves. Te lo dije, tu cuerpo no miente. Se queda con las ganas de que el mundo se acabe en el próximo polvo, pero eso no va a pasar. Porque yo no tengo más ganas de cojer. Ni con jota ni con ge. O si, quién soy para mentir así. O tal vez no miento, y realmente ya no me interesa eso, en su totalidad. Dale, vení, abrazame. Dejame mirarte desnuda, tapate, no hace frío. Es pleno verano en Finlandia. No, hoy no. No tengo ganas de. Porque no quiero ver tu cara desilusionada de.

Ahora sí, dale, seamos sinceros de una vez. Digamos que.

A allá nunca vamos a llegar. No es el fin, nunca es el fin caminar mirando el punto fijo. Tampoco te digo que seas como yo, que camina mirando para abajo, y espía detalles de quien se aproxima. Y así saberme de que color era tal ropa, y vos pensás que te miento, y la verdad es que a veces la memoria fotográfica no me falla. Como cuando me viene tu cuerpo a los ojos, cuando no estás, y viene tu cuerpo a mis ojos. Si leo todo esto me ahogo en asquerosidad, aunque esa no es la palabra. Sexualidad tampoco, porque vos te cansás. Ves.

Otra vez, eyaculé. Esta vez desde el alma. Te abracé. No te diste cuenta. Qué lastima amor. No me pude contener. A veces soy así, lo sabés. A veces busco la forma más difícil de decir que tengo ganas de. ¿Te abracé?.


1 comentario: