y el último gramo de dignidad entra en una tapitadeseguíparticipando.
ella no llega a acá, entonces yo te escupo todo lo que te extrañe en este medio siglo, medio día. todo lo que hacemos es para llamar tu atención, unos pelotudos de frac. y vos, no necesitas que te mire nadie, no vas enamorando ni avivando giles por ahí.
lo único que queda es estirar los labios, pintarse la sonrisa y mirar. hablar, distraerse, decir hola, preguntar por la vida, y el clima. especialmente hablar del clima.
y si alguien descubre el verdadero color de nuestra mirada, a no entusiasmarnos, no creamos en la salvación de cristal.
seguramente, claramente, no es la correspondida (palabra desagradable), sólo tiene un buen corazón y el mundo entero es testigo.
no inundarse, no llenarnos de amor descomunal, no nos va a salvar la vida como esperamos.
el tema es que sabe mirar y a nosotros nos enamora eso, sabe mirar más acá. y eso no significa que te vaya a amar, a arropar. no significa que tengas que dejar el maquillaje en la almohada y vayan a solos a conquistar el mundo y de la mano. no, ella va a traer a todos, va a traer al ejercito que enamoró, y vos vas a ser un soldadito más maravillado por su mirar.
y hay algo que vos no entendés. es eso del egoísmo. no te hace feliz.
Linda manera de narrar!
ResponderEliminarOpino igual. Me dejó pasmado el relato. Emocionante, gracias por compartirlo.
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