5.11.11

Hay una especie de amor, hay una especie de profecía.

Hablamos de amor. Hablamos de caminos. Hablamos de respeto.

Pero.

¿Sabemos qué es el amor? ¿Vos lo sabés? Vos que me criticas y decís que yo no sé lo que es el amor, ¿vos sabés qué es el amor? ¿Realmente sabés lo que es el amor? Yo no sé, por eso te pregunto, antes de decirte que no lo sabés.

Me hablás de pureza, pero tenés tanta mierda como yo.

Me tengo que sacar la careta, me tengo que desvestir, pero vos también te tenés que desnudar. Vos también tenés que dejar de profesar el odio que no ves.

Me hablás de dios, me hablas de amor incondicional por el prójimo, pero si el prójimo no se parece a vos, si el prójimo no es como vos, lo ves con ojos carentes de respeto, lo ves con lástima, lo ves pensando que el otro la está pifiando, lo ves desde arriba, y le querés dar tu mano, para ponerlo en tu mismo nivel porque es eso, te pensás, te sentís en otro nivel. Creés que esa altura donde estás es la mejor del mundo, y crees que todos deberían estar ahí. Y por eso, te sentís bien con tu vida si les extendés una mano para que se pongan al lado. Y es tan hipócrita tu accionar.

¿Quién es mejor que vos? ¿Quién es peor que vos? Nadie, todos, todos somos mejores, todos somos peores. TODOS SOMOS LO MISMO. Todos cagamos, tenemos formas distintas, costumbres, maneras, pero todos cagamos y todos tenemos que cagar. Y ahí, mientras cagamos, somos iguales. Tu mierda huele como la mía. No te creas mejor que nadie. Me tiene harto tu palabra, me tiene harto tu reacción, me tiene harto tu supuesto camino de paz y amor, si no admitís la mierda que profesás.

Me hablás de religión. Y yo ya no te quiero hablar más de eso. La religión mata, la religión discrimina, la religión se cree superior, vos te creés superior. Supuesta divinidad. Supuestos elegidos, elegidos para elegir, elegidos para decir qué si y qué no. Elegidos para dejar vivir. ¿Pero quién carajo te creés que sos para tener LA verdad de la vida? Dejame vivir, dejate vivir, deja vivir al mundo. Basta de biblias, basta de profesar palabras que nos hacen inventar supuestas paz.

Ok. Estás en otro lugar, ahora estás cerca de otra vida, de otro mundo y escuchás la palabra de alguien esencial. Estás en otro plano, entonces ándate, ¿por qué tenés que poner tu mano para que te acompañen? El ser humano es sociabilidad. Ok. Entonces respetame, respetate. Respetá al el resto, respetá tanto a quienes cagan a la misma hora que vos, como los que cagan en otro momento del día.
Respeto.
Respeto.
¿Quién mierda sos para decir cómo hay que vivir?

Es lo mismo que estoy haciendo acá, con la única diferencia que yo no quiero imponerte mi palabra por sobre la tuya, yo no quiero decir “lo que pensás es una mierda, yo tengo la posta, vení que te doy mi bendición”. ¿Quién soy para bendecir a alguien?, no soy ni más, ni menos que vos. Trato de ser yo
¿Por qué no dejarme ser yo? ¿Por qué no dejarte ser vos? Sin hipocresía. Aunque tal vez creas que no es hipócrita tu vida y pienses que las religiones antiguas, pasadas, actuales y futuras son la posta, son la salvación. Pero mientras me estés odiando, mientras me estés puteando por Ser Algo Distinto A Vos, mientras me estés criticando por cómo cago, vos no estás amando. Tu maldito discurso se acaba, se cae por si solo.

Amá y dejate de joder con el mundo, si realmente querés amor y nada más que eso, respetá.

Si alguien quiere matar a otro, ¿qué te importa? ¿Qué sabés si para él esa no es su solución, su camino divino? ¿Quién sos vos para decir que está equivocado alguien que decide matar? Si tanto amás, si tanto respetás, RESPETÁ, y que cada uno haga lo que quiera como pueda. Si querés hacer algo, no quieras lavar cabezas, lavar almas, dejalos vivir, dejá que huelan su propia mierda. Si vos te pudriste de oler la tuya, no los lleves con vos, dejá que ellos también se pudran por sí solos. Acordate, no sos ni más ni menos que yo para oler mi mierda y que no me dejes oler la tuya. Si vos olés la mía, voy a oler la tuya.

Basta de hablar de crucifijos que te dicen lo que está bien y lo que está mal, porque está bien lo que vos decís pero no está mal lo que vos hacés. Porqué está bien que quieras darle tu mano a alguien, pero está mal si otro quiere darsela. El bien. El mal. ¿Pero quién mierda somos para determinar eso?

Hoy le rezamos al señor y hacemos una gran y hermosa acción del día, creyendo que nos estamos salvando, que vamos a ir al cielo, pero después, después nos olvidamos de todas nuestras otras acciones que no son ni grandes ni hermosas, total nuestros pecados son perdonados. Total, eso, son pecados que mañana nos van a perdonar. No tienen importancia. Que te cague a trompadas por ser diferente, no importa, total mañana estoy perdonado. Que critique tus asesinatos pero no diga nada de los propios, que hable de tus crímenes pero me calle ante los míos, no importa, total mañana voy a ser perdonado. Además, lo más importante: tus crímenes son enfermos, son impuros. Los míos, son naturales, ley divina, ley que me baja de algún lado, los míos no son asesinatos, son bendiciones.

Basta. ¿Cuántos siglos más vamos a vivir sin aceptar que cagamos todos por igual?

Yo voy a buscar lo que a mi me haga bien. Vos buscá lo que a vos te haga bien. Dejá que el mundo busque lo que al mundo le haga bien.

Tanto que hablo de respeto, todo esto que estoy diciendo ahora no debería decírtelo, porque si respeto tu decisión de vivir así, debería callarme. El problema es que tu forma de vivir, a mi me afecta. Me afecta tu hipocresía. Me afecta que no aceptes tu horrible doble discurso, la diferencia de tu accionar con tus dichos. Mirá, yo sí estoy aceptándo esto, me estoy contradiciendo y a la vez reflexionando al respecto, estoy demostrando mi doble discurso. VOS, ¿VOS LO HACÉS? ¿VOS HABLÁS DE TU DOBLE DISCURSO? ¿VOS SENTÍS TU DOBLE DISCURSO?

Tu hipócrita forma de vivir me afecta. De la misma forma que mi hipócrita forma de vivir afecta a otros. Todos nos afectamos. Todos de alguna forma, unidos, nos afectamos. Mientras hablás de amor y no aceptás que también llenás de mierda al mundo, sos pura hipocresía. Como yo. La diferencia es que yo no te quiero bendecir.

¿Qué bendición me podés dar si tu mierda huele como la mía?

Yo quiero amor, no quiero más hipocresías. Pero estoy lleno de odio, con el que combato diariamente. Yo no soy feliz así, por eso trato de cambiar. No quiero que nadie sea como yo, porque yo soy hipócrita. Vos no aceptás tu odio, y te sentís con más amor que yo. Si sos feliz así, buenísimo, pero no quieras que todo el mundo sea como vos, porque todos van a ser hipócritas que no aceptan que lo son, como lo hacés vos.

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