26.2.11

de sonidos perturbadores,
miradas hirientes
y las mismas nuevas lenguas desconocidas.

sin el menor tacto,
codicia desalmada;
desangran los nervios
cae de rodillas.

Se vuelve hacia mi,
Cien veces
A la altura del esternón.

Da pasos negros
a toda velocidad.

Nadie, nadie escucha,
Nadie, nadie ve.

las fichas, en el lugar justo,
a la hora que tiene que ser.

a no resguardarse
apegarse,

a no perder vida en caprichos.



7 comentarios:

  1. los caprichos, qué cosa forra. Sólo puedo hablar de los míos, y sé que no son (tan) culpa de mis viejos.
    Bienvenida yo a este lugar, ¿no? Sí. Salut.

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  2. como me encanta
    leer lo q la demas gente expresa
    y ....poder intentar solo un poco comprender
    lo que quieren decir!
    muy lindo

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  3. Dejemos los caprichos a los niños.

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  4. Siempre me gustó la palabra esternón.

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  5. una vez dijiste en mui blog, que si fueras mujeres me hablarias mucho. no queres hablarme aun siendo hombre?

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  6. ufff!
    Una sacudón a mi memoria esta lectura!

    Gracias!

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